martes, 3 de abril de 2012

18. SOÑAR A DESHORAS...


Pablo y yo pasamos un día increíble juntos. Fue como el reencuentro, cuando no has visto a alguien durante mucho tiempo y ¡tachán! Lo vuelves a ver.
         Yo todavía me sentía dolida por lo que había pasado, pero rebobiné y me acordé de los momentos en la playa que había vivido junto a él.
         Aquél momento en la playa en el que comenzó todo, todo el amor se desencadenó y la pasión tomó la posesión del juego. Aquél momento cuando sentí su mano rozando la mía, esa mano que me salvó de una caída justo en el minuto 1 de mi sueño, cuando me uní a él.
         Aquél momento en el que nos abrazamos, sentí su calidez por primera vez y ví el brillo de sus ojos con el mar reflejado en ellos.
         Aquél momento que vivimos cuando nos fuimos a la montaña después de comer, en la que ocurrió algo que no pasó pero que desencadenó todo lo que ha pasado después.
         En resumen, aquellos momentos en los que Pablo y yo estuvimos juntos, en cada momento, sea en la cercanía o en la distancia, pero siempre permanecimos juntos, por encima de todo, unidos por un amor interminable. Pero, para mi defecto, dicen que todo lo bueno se acaba…


                       *       *        *        *        *        *        *


Ayer a la noche, 30 de marzo, no podía casi dormir. Estaba muy cansada pero estaba nerviosa por el concierto al que voy a asistir hoy. Llevaba mucho tiempo esperándolo con todas mis ganas, pero aquellos nervios me superaban por completo. Necesitaba vivir esa experiencia que dicen que es mágica, la de ver aparecer al cantante al escenario. Yo pensaba que me iba a quedar sin palabras en aquél momento en el que lo viera aparecer. Sabía que tenía que dormir porque estaba muy cansada y tenía que descansar si quería disfrutar de la experiencia. Decidí escribir un rato y luego irme a dormir. Ya era la una de la madrugada por lo que no me quedaban pocas horas de sueño. Me metí en la cama y me puse a pensar en todo lo que había pasado aquél interminable año. Me dormí pensando en el día que me quedaba por vivir.
         Me acabo de despertar a causa de una pesadilla. Ha sido como si hubiera estado dormida muchos meses. Qué pesadilla tan horrible… No me acuerdo de lo que ha pasado exactamente pero sé que lo he pasado terriblemente mal. Siento como que me falta algo o alguien pero no sé el qué.
         Me dirijo a la cocina a por algo de comer que tengo mucha hambre. ¿Papá? ¿Mamá? Pero… ¿Qué hacéis aquí?
         -Olatz, que por fin vas a ver a Pablo, ¿No tienes ganas o qué?- me ha dicho mi padre.
         -Em… Sí, muchas...
         Pero… ¿Qué está pasando? No entiendo nada… pero bueno, me voy a vestir porque sino voy a llegar tarde a Donosti y eso sí que no. Pero, primero voy a llamarle a Alba para quedar.
         Bien, me ha dicho que quedamos a las 20.00 para llegar bien para el concierto. Tampoco hay prisas, las butacas son ennumeradas y ya tenemos las nuestras cogidas desde hace tiempo.
         Estoy intentando acordarme de la pesadilla... Pero, ahora que me doy cuenta, veo que también han pasado cosas bonitas en el sueño porque me acuerdo que ha habido momentos en los que he disfrutado.
         Qué cosas más raras me pasan, por dios… No entiendo nada pero olvidémonos del sueño y preparémonos para vivir otro más bonito.
         Bueno, ya he llegado a Donosti. Ahora a esperar a que llegue Alba…
         -¡¡PITTIN!! –ella tan energética como siempre-. ¡Por fin, por fin, por fin ha llegado!
         Nos hemos abrazado con fuerza. Tenía ganas de sentirla a mi lado. Siempre intento hacerla feliz porque ella siempre lo consigue conmigo. Es como mi hermana mayor y siempre lo será.
         ¡AY! ¡Ya abren las puertas para entrar! Uff qué nervios tenemos encima.
         Pero… El sueño que he tenido a la noche ha venido a mi cabeza.
         He tenido a Pablo entre mis brazos, hemos estado juntos. Me acuerdo de la playa de La Concha, nos besamos, sí, sí, nos estamos besando. Pero… ¿por qué se alejó en el sueño?
         Pasan unos días y ya ha vuelto… No entiendo nada. ¿Por qué viene el sueño a donde mí, ahora? Y, ¿por qué he soñado eso?
         Siento como que he tenido una vida dentro de un sueño. Como si hubiera estado meses durmiendo y esos meses hubieran sido una vida. Una vida junto a Pablo que he vivido.
         Ahora… Estoy en frente de Pablo, nuestras miradas están la una unida a la otra. No sé qué decir. Esa vida que he vivido junto a él me ha hecho darme cuenta de que la vida puede ser como un sueño. Un sueño que a lo mejor se hace realidad. Soñar es gratis, soñar a deshoras…
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     Bueno, amig@s... Esta "novela" ha llegado a su fin.
Dicen que todo lo bueno se acaba, pero, a decir verdad, todo esto ha sido bueno gracias a vosotr@s... Habéis sido causantes de mi felicidad de cada noche, al subir cada capítulo, esperar vuestras respuestas, con las que SIEMPRE he flipado; respuestas que he llegado a leer una y otra vez cada una, para de verdad darme cuenta de que todo lo bueno que escribíais era para mí...
     Desde chiquitina he querido llegar a escribir algo que la gente pudiera leer, porque, a decir verdad, es mi vía de escape, la que me ayuda a evadirme de todo tipo de problemas y olvidar el mundo. Y aquí estoy, habiendo sido partícipe de un sueño cumplido, y todo gracias a muchas personas que han estado ahí para leer cada capítulo que subía; que han esperado días y días para leer lo que siento; gente que me ha ayudado a dar un paso más en la vida...
     Aparte de daros las gracias por todo, porque os las tengo que dar, quiero pediros perdón a tod@s por no haber cumplido muchas veces lo que decía. Mis expectativas eran superadas por la realidad cuando pensaba que tendría tiempo de escribir y poder subir un capítulo, pero, aunque sé que no sirve de escusa, es muy difícil compaginar todo.
     No puedo daros las gracias un@ a un@, pero, en vuestra totalidad sí, por lo que un enorme y sincero GRACIAS, de corazón, para vosotr@s... GRACIAS por haber seguido esta novela desde el minuto 1, emocionaros con algún que otro capítulo, vivir lo que yo de verdad siento por el protagonista de esta novela o por las personas que en ella aparecen.
     De verdad tengo que agradecer el esfuerzo a Vero, @PAlboranFansAb, ya que muchos días en los que no tenía ganas de escribir o me faltaba inspiración, ella ha sido una fuente de inspiración para mí, así que, también tenéis que felicitar a ella por esta novela que he ido creando a base de amor, esfuerzo, sentimientos...
     La novela se termina, sí, pero mi "carrera", esta aventura que he comenzado, no puede terminar aquí de ninguna manera. Así que, os aviso a l@s más despistad@s, que Vero, antes mencionada, y yo, hemos comenzado una nueva novela llamada "La vie en rose", que podéis leer en el siguiente link: www.lavieenrosealboran.blogspot.com , y con la que podéis seguir la cuenta de twitter @NovelAlboran , en la que también publicaremos las fotos y los videos más graciosos del malagueño...
     Necesitábamos que esta novela que hemos creado fuera algo más diferente a las demás, por lo que se nos ocurrió que fuera narrada por Pablo, así que, ¡así será!
     No quiero daros más la chapa, por lo que me despido con otro G-R-A-C-I-A-S, y deciros que seguiremos en contacto por twitter, por el mío personal: @OlatzAlboran , o por el de la nueva novela creada: @NovelAlboran.
     P.D: TOD@S VOSOTR@S: Causantes de mi felicidad...

domingo, 1 de abril de 2012

17. UN FUTURO JUNTO A TI...


Entregué el examen casi en blanco… Con todo lo que había pasado no era capaz de concentrarme en lo que tenía que hacer. Llegué a casa sin ganas de nada, muy cansada por el madrugón que me había pegado, incluso iba con la clara idea de meterme en la cama en cuanto llegase.
         Antes de cruzar la puerta que conducía al salón, escuché unos acordes que nunca antes había escuchado de las manos de Pablo. Confirmado, aquella canción era totalmente desconocida. No sé el por qué, pero aquella melodía me hizo sentirme fuerte, y ser capaz de afrontar lo que estaba pasando.
         -Buenas-le dije yo entre bostezos.
         -¡Hey! Por fin has vuelto. ¿Qué tal el examen?-me dijo él con una sonrisa en la cara, mientras dejaba la guitarra.
         -Pues bueno, sin comentarios… Por cierto, ¿qué canción estabas tocando? No me sonaba de nada…
         -Ya hablaremos luego de eso. Pero, ¿qué ha pasado con el examen? Si lo tenías bien estudiado, ¿no?- se le veía preocupado por mí.
         -Sí, pero no sé…Serán los nervios…- quería disimular al máximo el dolor interno que sentía en ese momento.
         -¿Estás bien? Te noto como triste… Sabes que estoy aquí para lo que sea, ¿no?- acto seguido me abrazó.
         Yo en aquél momento no quería sus abrazos. Me había hecho daño y eso no podía perdonárselo tan fácilmente. Pero la sensación que me recorría el cuerpo cada vez que lo tenía pegado a mí era inigualable. Era increíble el poder enamoradizo de Pablo. Me transmitía toda su energía positiva, todo su amor, toda su dulzura y pasión. Pero, a decir verdad, necesitaba sentirlo a mi lado.
         -Pablo, me voy a ir a la cama que no me encuentro muy bien…
         -Yo también estoy algo cansado, la verdad… ¿Te importa si nos acostamos los dos?
         -Claro que no, vamos.
         Y así, nos fuimos a mi habitación. Me puse cómoda y me metí en la cama, y después llegó él. Esta vez yo estaba mirando a la pared, de modo que él me tenía abrazada por la espalda.
         Aquél calor que lo caracterizaba, ahora me transmitía tristeza por todo lo que me había hecho y no era capaz de contarme. Es verdad que en el tiempo en el que estuvimos separados no hablamos casi, pero seguíamos siendo pareja en mi opinión…
         Nos despertamos a la hora de comer. Yo no dormí mucho y creo que, por la cara que tenía, Pablo tampoco. Es verdad que se tendría que sentir mal por verme así a mí y pensar que no tengo la suficiente confianza de contarme lo que me pasa. Pero a fin de cuentas… Él me está haciendo lo mismo y eso me mata poco a poco por dentro…
         Nos dimos un beso de buenos días y nos fuimos a preparar la comida.
         Mientras yo preparaba unos macarrones él se puso a preparar una pizza. En la cocina había un ambiente tenso y no muy agradable. Yo estaba callada en todo momento y él no quería romper aquél silencio.
         Me quitó el tenedor de la mano, me cogió de la mano y me giró hacia él.
         -Ahora en serio, ¿qué te pasa? Llevas todo el rato que hemos estado juntos rayada. ¿Me lo vas a contar de una vez?
         -No sé lo que pasa. Dímelo tú, ¿no?- tenía que intentar sonsacárselo, para ver que de verdad confiaba en mí.
         -¿Yo? ¿Qué he hecho yo? Me estás asustando…
         -¿Que qué has hecho? Te parecerá poco lo que hiciste cuando estuvimos juntos, ¿no? ¡Que lo sé todo, Pablo!
         -Pero… ¿Cómo… Cómo te has enterado?- estaba preocupado y, yo creo arrepentido, por lo que hizo.
         -Ayer os vi abrazados y hoy, cuando iba al autobus, me he encontrado con ella y me lo ha contado. ¿Eres capaz de negarlo?
         -No… Tengo que ser valiente. Es verdad que en aquél tiempo yo estuve muy mal y no fui capaz de levantar cabeza. Pero llegó ella y me ayudó en todo momento. Y sí, estuve con ella una noche, pero nada más. No pasó de ahí, y todo fue fruto del alcohol.
         -¿Te estás riendo de mí o algo por el estilo?- Pablo decía una cosa y aquella chica otra.
         -¿Cómo? Olatz, no sé lo que te habrá contado María pero no pasó nada más.
         -Ella me ha dicho que mantuvisteis una relación pero no salió bien porque tú querías volver con tu anterior novia, es decir, conmigo. ¿Lo vas a negar?- me sentía a punto de romper a llorar.
         -Sí, lo voy a negar porque eso no es verdad. No sé por qué te habrá mentido pero eso no es así, te lo prometo por mi vida.
         Yo me puse a llorar, no soportaba más aquella situación. Me sentía defraudada con Pablo, porque no pensaba que fuera capaz de hacerme algo así, no él.
         -No llores, por favor…- lo veía muy triste, casi llorando él también.
         -¿Que no llore? Cada día he soñado con un chico perfecto, con una relación perfecta con la que poder ser feliz. Cada mañana me levantaba pensando que aquél sería el día en el que ese chico perfecto llegara. Pero, en cambio, cada noche me acostaba con menos ganas de luchar por una relación. El último chico del que estuve enamorada fue Lucas. Pensé que viviríamos juntos una vida eterna. Sabía que por la distancia era muy difícil pero nosotros podríamos. Pero, en vez de eso, murió y me dejó sola y con un dolor en el corazón que ningún otro chico pudo curar. Luego, llegaste tú con tu música y me abristeis el corazón de nuevo. Me robaste el corazón y me hiciste esclava de tus besos, me haces sentir la necesidad de tus besos y ahora me vienes así. ¿Te crees que puedo estar feliz pensando en todo lo que me ha pasado? Justo en el momento en el que quería ser feliz junto a ti, superando todas las barreras que se interpusieran en nuestro camino, aparece ella y lo destroza todo con verdades, y duele, Pablo, duele mucho. Yo te conté todo sobre Dani, confiando en ti y en que pudieras perdonarme. En cambio tú no has tenido el valor de contarme toda la verdad, has estado escondiéndola hasta el último momento, y eso te ha causado problemas. ¿Qué puedes decir ahora?
         Yo estaba llorando mucho, como una loca, pero no podía aguantarme. Al verme así, y al oír tantas verdades, Pablo también rompió a llorar. Se apoyó en la pared y resbaló hasta sentarse en el suelo, con las rodillas dobladas y la cabeza entre ellas.
         -Lo siento mucho, y créeme cuando te digo que me arrepiento de lo que hice. En ese momento te echaba mucho de menos, hasta tal punto que pensé hasta dejar mi oficio para estar contigo, para poder despertarme junto a ti cada mañana. Necesitaba sentir el cariño de una mujer, por eso intenté acercarme un poco a María. Pero la cosa se me fue de las manos por cosa del alcohol y cometí una locura y sí, me lamento al haber hecho aquello, me siento horriblemente mal, de verdad. Te quiero demasiado como para perderte, pero he sido un cabrón y me merezco lo peor.
         -Te perdono.
         Él asomó la cabeza un poco, con la cara mojada de tantas lágrimas, y los ojos vidriosos y añadió:
         -¿Qu…qué?
         -Que te perdono…- continuaba llorando como una loca.
         Me acerqué a él, le di la mano para que se levantase y lo abracé con todas mis fuerzas. Sentirme a su lado me hacía olvidar todo lo malo que había vivido y volver al presente que estaba viviendo junto a Pablo.
         Entre sollozos él añadió:
         -Quiero un futuro junto a ti.
         -Eres como un sueño…